Los cereales en grano han constituido componentes esenciales de la dieta de los seres humanos durante milenios, con el arroz, el trigo y el maíz como los cereales más consumidos alrededor del mundo.
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Sin embargo, existe una gran diversidad de cereales que por diferentes razones no están siendo cultivados a gran escala, pero que tienen el potencial de satisfacer necesidades dietéticas y diversificar los cultivos para mejorar la sostenibilidad de los sistemas agroalimentarios.
Estos cultivos son los llamados "cultivos huérfanos" debido a que no son objeto de comercio internacional, y por lo tanto tienden a recibir menos atención en términos de investigación y extensión agrícola.
Entre estos cultivos huérfanos poco conocidos que han despertado el interés de investigadores durante los últimos años tenemos el Teff (Eragrostis tef) originario de Etiopía y Eritrea, y cultivado tradicionalmente en África. El grano del Teff es el más pequeño de todos los cereales, pudiendo ser de color blanco, rojo o de una mezcla de ambos colores, siendo los blancos los más caros y los rojos los más baratos.
Los granos de Teff no contienen gluten, pero son ricos en muchos nutrientes, conteniendo cinco veces más calcio, proteínas y hierro que el trigo o cualquier otro cereal. También contienen carbohidratos que se digieren lentamente, lo que es ideal para que las personas con diabetes mantengan bajos niveles de azúcar en sangre.
El Teff al igual que muchos cultivos de cereales africanos puede adaptarse a las condiciones meteorológicas extremas provocadas por el cambio climático, mostrando -bajo estas condiciones- un mayor desempeño en comparación con cultivos básicos como el trigo, el arroz y el maíz cuyos rendimientos ya se han visto afectados por el incremento de las temperaturas.
Sin embargo, el cultivo del Teff suele generar bajos rendimientos en cosecha y esto se debe principalmente a que no se ha seleccionado para mejorar su productividad. Así mismo, existen pocas investigaciones e iniciativas para mejorar el desempeño productivo de este tipo de cultivos.
En vista de esto un equipo de investigadores de la Universidad de Aberystwyth en el Reino Unido financiado con fondos europeos, se plantea un proyecto para analizar el genoma de teff e identificar variedades con características beneficiosas y utilizar tecnología de edición de genes CRISPR para mejorar las características productivas del cultivo y crear un "SuperTeff". En declaraciones para phys.org el profesor Luis Mur, miembro del equipo del proyecto dijo:
En realidad, estamos en el comienzo de un programa a largo plazo que va a desarrollar nuevas variedades y nuevos enfoques que vamos a implementar en Europa y el norte de África
Otro gran desafío muy importante será introducir cereales como el Teff en la dieta de las personas en otras regiones del mundo, lo que requerirá de innovación y mucha creatividad.
Los investigadores esperan contribuir a cerrar las brechas entre los cultivos huérfanos y otros cultivos de cereales con respecto a su sostenibilidad y resistencia a las condiciones ambientales, al abordar las crecientes preocupaciones de los agricultores y consumidores de todo el mundo.
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