Nuevo bioestimulante para mejorar la resistencia a plagas y el crecimiento en plantas de frijol

El frijol común (Phaseolus vulgaris L.) es una de las leguminosas más cultivadas en el mundo y que posee gran importancia para la seguridad alimentaria mundial. Sin embargo, la mayor parte de la producción de frijol se ve muy afectada por los cambios climáticos y el estrés biótico. 

Entre las plagas económicamente importantes del frijol y otros cultivos está el minador de hojas (Liriomyza trifolii), cuyas larvas se alimentan y dañan el follaje, mientras que las hembras adultas perforan el tejido de la planta durante la oviposición, reduciendo la fotosíntesis, causando defoliación y dando como resultado la pérdida de rendimiento.

 Créditos: Howard F. Schwartz, Colorado State University.

El minador de hojas es difícil de controlar porque está protegido dentro de las cavidades o minas que abren en las plantas y aunque los insecticidas sintéticos son la principal estrategia en el manejo de plagas de insectos, estas sustancias químicas aumentan la resistencia de los insectos a lo largo de generaciones sucesivas, generando efectos negativos en organismos beneficiosos y son una amenaza para la salud humana. A lo largo de los años, investigadores de muchos países han intentado utilizar el control biológico para manejar estas plagas, pero hasta el momento no existen insecticidas eficaces y seguros contra los adultos y pocos larvicidas eficaces.

Ahora, un equipo de científicos de la Facultad de Agricultura de la Universidad de El Cairo en Egipto, ha publicado un artículo en Scientific Reports, donde presentan los resultados de una evaluación de los efectos de un nuevo bioestimulante natural a base de quelados de micronutrientes y aminoácidos para mejorar la resistencia a los minadores de hojas y el crecimiento de las plantas en el frijol común.

El compuesto contiene agentes potenciales que tienen funciones esenciales para estimular la inmunidad, la señalización de defensa y mejorar la resistencia contra muchos patógenos e insectos como la piridina 1,2,3,6 tetrahidro-1,2-dimetil- (CAS), ácido adípico, éster etílico de 2-decilo, escualeno, éster 5-etílico del ácido L-glutámico y ácido oleico. Mientras que el éster 5-etílico del ácido L-glutámico y el ácido cítrico mejoran el crecimiento de las plantas, la reparación de tejidos y la fotosíntesis. Además, el ácido cis-9-hexadecenoico, el ácido dodecanoico y el 3-hidroxi tienen un papel esencial en la señalización celular, estabilizador de membrana y fuente de energía.

Los ensayos realizados con dos cultivares de frijol (AlHama y Moraleda), revelaron que la aplicación foliar del nuevo bioestimulante en AlHama generó una disminución del 62% en el número de minas y un 60% en la longitud de las minas, mientras que en el cultivar Moraleda se obtuvo una reducción del 50% en el número de minas y un 56% en la longitud.

Así mismo, la aplicación del bioestimulante a los cultivos de frijol durante las dos temporadas consecutivas registró un aumento significativo en varios caracteres morfológicos de crecimiento vegetativo y rendimiento, lo que revela un efecto potenciador del bioestimulante que podría atribuirse impactos sobre el metabolismo y la actividad biológica y su efecto sobre los pigmentos fotosintéticos y la actividad enzimática, lo que podría favorecer el crecimiento vegetativo del frijol.

Los investigadores concluyeron que el nuevo bioestimulante tiene cuatro efectos principales: primero mejora la absorción de micronutrientes por parte de la planta, enriquece la planta con nutrientes y bases nucleicas, activa los genes resultantes de la defensa de la planta y por último inhibe las proteínas esenciales de los insectos.

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