Agricultura de carbono

Los agroecosistemas como los cultivos agrícolas y las pasturas comprenden un tercio de la tierra cultivable del mundo y tienen el potencial capturar y almacenar una gran cantidad de CO₂ atmosférico para mitigar la crisis climática.

Créditos: Pixabay

La agricultura de carbono conjuga diversas técnicas agrícolas destinadas generar un balance negativo de carbono. De acuerdo a un artículo publicado recientemente en Frontiers: 

Desde la perspectiva de balance de masa de carbono, esto se reduce a aumentar las entradas y el almacenamiento de carbono del suelo y disminuir las salidas, para lograr un aumento neto en el almacenamiento de carbono del suelo

El artículo, que cuenta con la participación investigadores de distintos países como Estados Unidos, Alemania, Irlanda y China, aboga por un enfoque holístico, a través de un sistema integrado por plantas, microbios y el suelo para lograr mejoras significativas en el almacenamiento de carbono aprovechando nuevas biotecnologías como la edición genética. 

De esta manera, los investigadores señalan que los diseñados para la agricultura de carbono deberían estar dotados de ciertos atributos.

En primera instancia, las plantas deben ser capaces de desarrollar raíces profundas y fuertes que cuenten con una mayor tasa de asignación de carbono bajo tierra. El carbono depositado en profundidad puede tener un tiempo medio de residencia mayor, porque las tasas de descomposición son más lentas en los perfiles más profundos del suelo en comparación con los horizontes superficiales, lo que promueve el almacenamiento de carbono en el suelo a largo plazo y otros beneficios en el rendimiento de los cultivos. 

Así mismo, estos cultivos deben equilibrar el aumento en la asignación de carbono subterráneo con una mejor fotosíntesis y acumulación de biomasa. Por último, se deben diseñar consorcios microbianos para aumentar la profundidad de la rizosfera y las propiedades promotoras del crecimiento de las plantas. 

Está bien documentado que el microbioma vegetal ejerce múltiples efectos promotores del crecimiento de las plantas que benefician a sus plantas hospedantes, otorgando una mayor tolerancia al estrés abiótico y biótico, así como una mejor adquisición de nutrientes, incluida la fijación de nitrógeno. Por lo tanto, adaptar un microbioma de la rizosfera para combinar un aumento del sumidero con otras características beneficiosas debería contribuir en gran medida a lograr el doble objetivo de mejorar el balance de carbono del suelo y aumentar la productividad.

A pesar de este potencial, aún persisten muchas incógnitas sobre cómo funcionan los microbiomas del suelo y qué prácticas son más efectivas para capturar y almacenar carbono. Por lo que existe la necesidad de realizar gran cantidad investigaciones y ensayos de campo que exploren con mayor detalle estas interacciones planta-microbio-suelo en distintos agroecosistemas.

Otros investigadores tienen puntos de vista escépticos sobre el cultivo de carbono, asegurando que lo realmente importante es dejar de añadir terreno adicional para la agricultura y que los agricultores tienen una capacidad limitada para implementar cambios en sus prácticas de manejo del suelo, añadiendo que existen otras restricciones sobre la capacidad de las tierras agrícolas para almacenar carbono de manera confiable.

En conclusión, si bien el cultivo de carbono tiene un gran potencial para capitalizar el potencial de la combinación de la agricultura con el microbioma de la rizosfera para promover el secuestro de carbono, el almacenamiento de carbono en los suelos agrícolas no es una solución infinita para mitigar el cambio climático, debido a que los suelos tienen un límite de saturación de carbono, por lo que se requiere del compromiso de todos los sectores para alcanzar los objetivos climáticos establecidos en las distintas agendas multilaterales.

-

© Cultiviza, 2021.